miércoles, 29 de julio de 2009

“Ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse”


En alguna parte leí la historia de un joven que se quejaba siempre porque su mamá le daba más comida a sus hermanos y nunca estaba satisfecho con lo que le servían a él en el plato. La mamá trataba de ser muy justa en la repartición de las porciones pero, por alguna razón desconocida, el joven siempre encontraba alguna forma para lamentarse de que le sirvieran menos. Ya desesperada por esta queja constante, la señora decidió un día dejarle una doble ración de todo lo que les iba a ofrecer en la cena de ese día, de manera que el joven no tuviera forma de quejarse. Pero sucedió que el joven ese día llegó tarde a cenar y todos comieron antes de que él llegara. Al momento de recibir su ración doble, que le habían guardado en el horno, la expresión del muchacho por poco hace desmayar a la mamá: ¡Si esto me dieron a mí, cómo le habrán dado a los demás!, fue lo único que acertó a decir el joven insatisfecho...


Los seres humanos sufrimos de una especie de insatisfacción crónica. Vivimos aquejados por lo que algunos llaman el síndrome de las más verdes praderas; es decir, cuando salimos de paseo al campo, miramos a nuestro alrededor y nos parece que el sitio en el que estamos no cumple nuestras expectativas como para sentarnos a comer; en cambio, la ladera del frente se ve más despejada de palos y piedras, y el pasto parece de un verdor especial... de modo que caminamos hasta allá en busca del sueño prometido; pero cuando llegamos, volvemos la mirada atrás y nos parece que donde estábamos no había tanta boñiga ni tanto chamizo como en el nuevo sitio y, entonces, volvemos sobre nuestros pasos o seguimos buscando otra pradera más alejada que se ve como mejor para nuestro propósito de sentarnos a almorzar... Lo cierto es que, cansados de tanto caminar, nos terminamos sentando en cualquier parte, convencidos, eso sí, de que estamos en el peor de los sitios que visitamos y que cualquiera de los anteriores estaría mejor que el que terminamos escogiendo por pura y llana necesidad de dejar, por fin, de dar vueltas alrededor de un sueño que no existe.


La felicidad no parece ser algo alcanzable en esta vida mortal; la realización plena como que no existe en este mundo de sinsabores permanentes; nos queda el consuelo de que vamos probando pequeñas muestras de esa felicidad tan esquiva y de esa realización tan inalcanzable a las que aspiramos desde lo más profundo de nuestro ser insaciable.


Jesús percibe que la comida que recibieron muchos de sus oyentes los había llenado, pero no los había saciado, estrictamente hablando. Una cosa es tener lleno el estómago y otra muy distinta sentir saciado el corazón... “Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les de vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él”. Sólo entonces, sus oyentes piden ese pan que El les promete: “Señor, danos siempre ese pan”. En la medida en que creamos en las palabras de Jesús, sabremos de la auténtica satisfacción que nos ofrece: “Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed”, ni andaremos, como el joven del principio, lamentándonos porque nos tocó menos que a los demás.

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Lee más de Hermann Rodríguez Osorio, S.J.* aquí

Como No Creer En Dios
















Yo te llevo desde niño muy adentro
te he encontrado en el pájaro y la flor,
en la lluvia, en la tierra y el silencio,
y en mis sueños cada noche estabas tú.

Desde entonces, quiero darte siempre gracias
porque puedo darme cuenta de tu amor,
beberé de tu cuerpo y de tu sangre,
y por siempre te daré mi corazón.

Como no creer en Dios
si me ha dado los hijos y la vida.

Como no creer en Dios
si me ha dado la mujer querida.

Como no creer en Dios
si lo siento en mi pecho a cada instante
en la risa de un niño por la calle
o en la tierna caricia de una madre.

Como no creer en Dios
si está en las viñas y en el manso trigo.

Como no creer en Dios
si me dio la mano abierta de un amigo

Como no creer en Dios
si me ha dado la tristeza y la alegría
de saber que hay un mañana cada día,
por la fe, por la esperanza y el amor.

Autor desconocido.

viernes, 24 de julio de 2009

A una estúpida decisión de distancia

Sin lugar a dudas, Steve McNair, el famoso quarterback de los Titanes, era un líder talentoso. Dirigió a los Titanes a los playoffs en cuatro ocasiones y, finalmente, al Super Bowl XXXIV. Él fue amado por el equipo, los aficionados y los medios de comunicación. En Nashville, fue un héroe local.

Pero fuera del campo, su vida gradualmente fue difícil de descifrar. Fue arrestado por manejar bajo influencia del alcohol y posesión ilegal de arma de fuego en 2003. Cuatro años más tarde, en 2007, fue nuevamente arrestado por las mismas razones, junto a su cuñado. Fue comercializado a los Baltimore Ravens en 2005 y luego se retiró en abril de 2008 a los 35 años de edad.

Lamentablemente, apenas un año más tarde, fue encontrado muerto en un condominio de alquiler en Nashville, junto a su amante de 20 años. Eventualmente, la policía determinó que la novia de McNair había disparado contra él mientras dormía y luego ella misma se mató. Se concluyó que su muerte fue un asesinato-suicidio.

No estoy recordando esta tragedia para juzgar a Steve McNair. Todos somos pecadores. En palabras de John Bradford, "Pero yo ando por la gracia de Dios."

Pero la historia de McNair es un cuento de advertencia. Es un recordatorio de que todos estamos sólo a una estúpida decisión de distancia de destruir nuestras vidas y nuestro legado. Es triste, ¿no?
Dudo que McNair despertó una mañana y pensó, -Creo que tendré un romance con una mujer que tiene casi la mitad de mi edad. Me divertiré por unos pocos meses. Pero entonces, ella me va a matar, y luego ella se suicidará. Mi esposa y mis cuatro hijos van a pasar el resto de sus vidas tratando de perdonarme.

No, nunca tenemos ese tipo de claridad al comienzo. En lugar de ello, tomamospequeñas decisiones. Tal vez, simplemente McNair eligió flirtear con una atractiva camarera en el restaurante que frecuentaba. A partir de allí el asunto creció.

Una mala decisión se convirtió en dos. Dos se convirtieron en tres. Y, finalmente, derivó en un violento e inesperado final. Ahora pasarán veinte años para que su familia y sus amigos logren superar su prematura e indecorosa muerte.

EL hecho es que Steve se fue. ¿Cuáles son las lecciones para nosotros? Aún tenemos opciones por delante. Creo que hay al menos cinco:

1. Nunca tomar decisiones en el vacío. Todo importa. Nuestras palabras y acciones se hacen eco en la eternidad.
2. Un momento de indiscreción será recordado para siempre. Puede eliminar toda una vida de buenas obras, y todas ellas serán olvidadas.
3. Todos somos vulnerables a ser juzgados. Si pensamos lo contrario, nos estamos preparando para el fracaso.
4. Tenemos que construir un sistema de apoyo con familiares y amigos porque ellos se preocupan lo suficiente como para exhortarnos cuando nos desviamos del curso.
5. Tenemos que vivir nuestras vidas con propósito. En mi experiencia, la mejor forma de hacerlo es crear un proyecto de vida y revisarlo con frecuencia. Si usted no tiene una hoja de ruta, podría terminar en cualquier lugar.

Como seres humanos, tenemos el privilegio de determinar nuestro legado. Podemos decidir cómo queremos ser recordados. Pero esto no se logra en una sola elección, sino que es una serie de elecciones. Nunca es demasiado tarde para cambiar de rumbo y hacer que su vida cuente.
Pregunta: ¿Cómo quieres ser recordado? ¿Qué decisiones debes tomar hoy para moverte en función de ese objetivo?

Los ojos de Dios ven los caminos del hombre; él vigila cada uno de sus pasos. Job 34:21

El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. Proverbios 27:12

Michael Hyatt

Disponible en inglés en Michaelhyatt.com

jueves, 23 de julio de 2009

Los tres tenores. Venezuela, Colombia, y EUA.


El canciller Nicolás Maduro declaró el día de ayer que la “propuesta para la paz ha recibido una bofetada por parte del gobierno colombiano con la apertura a cuatro nuevas bases militares” y el presidente Chávez ha dicho también que se prepara una agresión contra Venezuela. Coincidencialmente, los números de respaldo popular al presidente Chávez vuelven a estar en sus niveles más bajos desde días posteriores al proceso electoral del año pasado. ¿No es evidente que el gobierno nacional apuesta siempre por el plan de la confrontación para aglutinar fuerzas y generar matrices de opinión en torno a él? ¿Cuál va a ser la estrategia de los venezolanos?

No podemos caer en la misma trampa de rebatir los argumentos del gobierno con relación al conflicto con Colombia. ¿EUA es imperialista? Claro que sí lo es, ¿Quiere EUA bases militares en América Latina para controlar sus operaciones en la región? Claro que sí, no se puede tapar el sol con un dedo, pero hay que darle al César lo que es del César. El gobierno venezolano ha aprendido muy bien las prácticas imperialistas. El gobierno ha introducido cubanos en Venezuela como ha querido, ha hecho los ejercicios militares que le ha venido en gana con los rusos, altos miembros del gobierno tienen relaciones abiertas y descaradas con grupos guerrilleros y paramilitares colombianos, y todo lo que el gobierno hace es 1) negar lo que no le conviene, y 2) arroparse con la manta de la soberanía cuando necesita justificarse.

Para el discurso gobiernero no aplica el refrán popular que reza que lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava. No les interesa. Su afán está en la noticia, en el poder mediático, en lo que se comenta y en el impacto que esto tiene en el avance de sus proyectos dominadores de la región. El discurso es una mampara, es la ropa del muerto.

¿Cree usted que el gobierno está interesado en que se respeten las leyes hondureñas? ¿Cree usted que el gobierno teme por la soberanía colombiana? ¿Cree usted que esas cosas le importan? Lo que realmente importa ni se dice ni se discute.
Chávez necesita confrontación y Colombia se lo está poniendo en bandeja de plata. EUA y Colombia necesitan salir de Chávez y sostener el conflicto y Chávez hace muy bien su papel. Chavistas y opositores sencillamente le hacen el coro a estos tres tenores que se han vuelto a unir para dar un recital de confrontación, intolerancia y aberrado interés político.

Germán Alberto Abreu.-

miércoles, 22 de julio de 2009

El escándalo de Evangélicos Públicos / ¿Qué es lo que realmente tenemos para ofrecer al mundo?


Estos han sido unos meses duros para figuras evangélicas públicas. Descubrimos que Carrie Prejean, Miss California, repentina heroína en el debate sobre el matrimonio gay, posó desnuda a fin de impulsar su carrera de modelo.

Luego fueron los Gosselins, aparentemente una pareja devota quienes sacrificialmente estaban levantando una “enorme” familia en un reality show en el que todos podían ver su testimonio cristiano. Ellos han decidido divorciarse. Ellos expusieron el mantra habitual acerca de hacerlo por el bienestar de los niños- y el corazón de los devotos a lo largo del país se hundió en la desesperación.

En las últimas semanas nos hemos retorcido sobre el gobernador de Carolina del Sur, un cristiano activo, Mark Sanford. Cada día descubrimos más detalles sórdidos de su relación extra marital, con las revelaciones del mismo Sanford, bueno, simplemente demasiada información.

¿Realmente necesitamos saber cuántas veces besó a su amante, y dónde se encontraban, y cuáles reuniones resultaron en “cruces de línea” y así sucesivamente? Ahora se encuentra tratando de justificar espiritualmente su permanencia en el cargo. Esto luce muy narcisista y egoísta.


Es desalentador ver cristianos que pudieron ser modelos de nuestra fe convertirse principalmente en ejemplos de lo que GK Chesterton llama la doctrina sujeta a la prueba empírica: el pecado original.

Hay algo en la psique evangélica que niega esta realidad. Sí, somos un movimiento que predica el arrepentimiento y la confesión del pecado como el principal medio de gracia. Pero después de la conversión, damos patadas a nuestra herencia de santidad. Predicamos, enseñamos, y vivimos "discipulado", "obediencia" y "seguir" a Jesús. Tenemos un miedo mortal a la gracia barata. Asumimos que con suficiente exhortación y esfuerzo moral, nuestros pecados serán más pequeños que los ácaros y nuestra justicia más grande que la vida.


Esto se une al mito de larga tradición evangélica de que debería haber algo diferente en los cristianos. Una mirada. Una actitud. Un estilo de vida. Algo notable, algo que provoque que el incrédulo haga una pausa y se pregunte, "¿Qué es lo que tiene esa persona?" Por el hecho de que esto es parte integral de nuestro método evangelístico, se gastan enormes cantidades de energía psíquica tratando de provocar ese algo.


Pero encontramos, que la mayoría de los días no, que no hay mucho de ese algo. Derramamos nuestro café y dejamos escapar una palabra de cuatro letras, o bebemos demasiado en la fiesta de la oficina, o fallamos en preocuparnos por el bienestar de una vecina que acaba de saber que tiene cáncer. La mayoría de los días, pareciera que no somos demasiado diferentes al resto de la humanidad.

Creo que esto es lo que más nos perturba acerca de los fracasos morales de celebridades. Queremos alguien a quien podamos mirar, que sea modelo para nosotros y para el mundo de la correcta vida cristiana. Pero encontramos que la mayoría de las veces esto no ocurre, esos cristianos públicos son tal y como nosotros- sujetos a indiscreciones juveniles e incapaces de sostener compromisos en medio de tiempos difíciles. Mienten, engañan, y hacen tonterías.

Esto no implica que ser cristiano no es bueno. ¡Tómenme como ejemplo! Soy más paciente, cuidadoso, amable y compasivo hoy de lo que era cuando por primera vez fui tras un llamado al altar hace cuarenta y tantos años atrás. Algunos de estos cambios se deben a la madurez que resulta de cometer un montón de errores, pero algunos también se deben a cuatro décadas de constante discipulado cristiano.

Por otra parte, siempre estoy en medio de algunos no-cristianos que parecen ser tan pacientes, cuidadosos, amables, y compasivos como lo soy yo. Unido a eso esta una creciente conciencia de la real turbulencia en los niveles más profundos de mi ser, en cuanto a lo mucho que sigo siendo egoísta, narcisista, orgulloso, e indiferente (¡sólo pregúntele a mi esposa!). Y luego está la continua hostilidad hacia Dios después de todos estos años (por ejemplo, ¿por qué tan frecuentemente la oración de la mañana se siente más como un deber para salir del paso, si supuestamente amo a Dios?)


A veces me pregunto si volverse “santificado” en esta vida tiene que ver más bien con hacernos cada vez mas consientes de hasta qué punto somos, en las palabras de The
Book of Common Prayer, "miserables pecadores", y que en realidad, "no hay nada bueno en nosotros".


Santificación ciertamente significa todo esto: tener el coraje para enfrentar esa realidad sin retroceder o acobardarse. Este valor proviene de conocer el misericordioso juicio y la humilde gracia de Dios, sabiendo que Dios ha juzgado la fea realidad de nuestras vidas condenándolas a la muerte que les corresponde. Y al mismo tiempo, sabiendo que él nos ha aceptado en toda nuestra sordidez, recibiéndonos como si fuéramos así de justos como a veces pensamos que somos.


Es la aceptación absoluta de Dios hacia nosotros la que nos permite mirar nuestra miserable naturaleza pecaminosa y no apocarnos. Si esto no es el último paso en la santificación, sin duda es un requisito para cualquier otro paso. Y se refiere a todo aquello que la mayoría de nosotros experimentará en esta vida.

Pero para los evangélicos, eso no ha sido suficiente. Nos sentimos obligados a añadir algo a la mezcla del evangelio. Oímos los pasos de la "gracia barata" justo detrás de nosotros, así que tratamos de correr más rápido, más fuerte y más alto, tratando de hacernos aceptables no sólo ante Dios sino ante nuestro prójimo, impulsados en parte por nuestro deseo de ser un buen testigo, que demuestre ese algo.

Note cómo un escritor refleja esto en la debacle de Gosselin. (Dejaré el escritor anónimo, porque mi queja no es con ella.) El sentimiento que ella expresa está muy extendido dentro de nuestro movimiento. Después de sugerir correctamente que los defectos de Jon y Kate son el reflejo de los defectos de nuestro movimiento, ella dice que debemos hacer las cosas de manera diferente: Buscar nuevos modelos de conducta, practicar mejor el perdón, tomar los votos matrimoniales más en serio. Hacer, hacer y hacer. Luego concluye: "Entonces, y sólo entonces, los cristianos tendrán algo que ofrecer al mundo".


El problema, por supuesto, es que no hay evidencias empíricas que sugieran que los cristianos en efecto harán estas cosas consistentemente, ni los cristianos privados, ni los cristianos públicos. Es solo cuestión de meses, tal vez días, antes que otro escándalo sea revelado en la prensa. Tales exhortaciones morales sin duda son necesarias, pero nunca debemos creer que "entonces y sólo entonces" los cristianos tendremos algo "que ofrecer al mundo." Lo que le ofrecemos al mundo no es a nosotros mismos o nuestro ejemplo moral o nuestra integridad espiritual. Lo que ofrecemos al mundo es nuestra vida, diciendo: "Somos pecadores salvados por la gracia." Lo que le ofrecemos al mundo es a Jesucristo y a él crucificado.


Martin Lutero dijo: Sé un pecador y peca con valentía, pero cree y regocíjate en Cristo con más valentía aun. Porque él es victorioso sobre el pecado, la muerte, y en el mundo. Mientras estemos aquí, tenemos que pecar. Esta es la vida, no es la morada de la justicia, pero, como dice Pedro, buscamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habita la justicia. Ora valientemente, tú también eres un pecador muy poderoso.


No se equivoque, esto no es gracia barata. No es barata en lo absoluto- es gratis. Y es lo más precioso que tenemos para ofrecer al mundo.


Marcos Galli es editor senior de la revista Christianity Today.
Es autor de A Great and Terrible Love: A Spiritual Journey into the Attributes of God (Baker).

Twitter como herramienta de liderazgo


El otro día estaba hablando con un buen amigo acerca de Twitter. Él sabe que creo que es importante. Realmente importante. Algunos de sus clientes también están comenzando a hacer preguntas acerca de esto. Pero él simplemente no lo entiende. Finalmente dijo: -Me parece una gran pérdida de tiempo. No necesito chequear otra bandeja de entrada, apenas puedo con la que tengo ahora.
-Amigo, tú te lo estás perdiendo –le respondí.
-¿Perdiendo qué?
-El potencial
-¿Qué potencial? – Dijo enfáticamente.
-No se trata de lo que obtienes. Se trata de la oportunidad que te brinda para dar a los demás y hacer un impacto.
-¿Disculpa? – murmuró.
-Twitter es una oportunidad para liderar de una manera que era imposible hasta ahora - Le expliqué- Tu y yo hemos enseñado que el liderazgo es influencia, ¿cierto?
-Cierto - reconoció.
-El liderazgo no se trata de posición, títulos o estatus. Se trata de influir. Así de simple. Yo sé que tu también lo crees, ¿verdad?
-Correcto.
-Si es verdad –continué- entonces Twitter ofrece una oportunidad sin precedentes para que las personas como nosotros podamos extender y ampliar nuestra influencia. Tu no tienes que comprar tiempo en televisión o radio, no tienes que escribir un libro o una columna, ni siquiera tienes que tener un blog. Todo lo que tienes que hacer es escribir 140 caracteres sobre lo que estás haciendo, o lo que es más importante, lo que capta tu atención en este momento.

Casi podía escuchar a sus pensamientos haciendo ruido.

-Usted y yo sabemos que las personas de hoy anhelan liderazgo. Se están muriendo por falta de modelos. Ellos quieren ver cómo es un buen liderazgo, cómo se enfrentan los desafíos de la vida cotidiana. Si vives tu vida con propósito, como sé que lo haces, entonces “twiteando” vas a modelar cosas dignas de imitar. E imitar es, sin duda, la forma más poderosa de liderar.
-Hmm –Susurró.
Sabía que las palabras resonaban dentro de él.
-Pero tú no puedes liderar sólo “twiteando” -replicó
-Estoy de acuerdo. No estoy sugiriendo que tú puedas. Es simplemente una herramienta en tu caja de herramientas de liderazgo, pero muy poderosa. Twitter es como un amplificador de influencia. Te permite extender tu influencia de una manera nunca antes posible.

Continuamos charlando sobre esto durante varios minutos. Por último, dijo, -¡Guau! Tal vez hay más en Twitter de lo que yo pensaba. ¿Qué debo hacer para empezar?

Pregunta: ¿Crees que Twitter es una herramienta para ejercer un liderazgo efectivo? ¿Cómo la utilizarías para liderar?

Michael Hyatt.-
michaelhyatt.com

Guerra asimétrica


Hay que establecer varias premisas antes de iniciar un enfrentamiento de cualquier tipo. Aún en las guerras hay normas -absurdas- y leyes que rigen algunas conductas y limitan acciones, cuanto más cuando la confrontación está en el campo de las ideas y de la evaluación de resultados.

Es un hecho que el gobierno nacional ha procurado insistentemente mantener un constante clima de confrontación, es elemento estratégico de su práctica política y le ha dado resultado por 10 años. ¿Qué se puede hacer para racionalizar el debate?

La oposición ha pasado del campo de batalla a la sumisión, ha gritado y ha guardado silencio, ha sido ineficiente en sus gestiones y ha si productiva, ha cubierto todo el espectro de posibilidades para remontar en la lucha política pero ha sido infructuoso. Dice un refrán que con perseverancia el caracol llegó al arca, justamente eso es lo que ha faltado a las opciones políticas contrarias al chavismo, perseverancia.


Germán Alberto Abreu.-