sábado, 19 de septiembre de 2009

Decálogo de lo que son los blogs y cómo dejar de confundirlos


En eCuaderno han creado este excelente post acerca de los blogs y cómo dejar de confundirlos.
1. Los blogs no son un género, son un medio
2. Los blogs no son medios de masas, son medios sociales
3. Los blogs no son espacios privados, son comunicación pública
4. Los blogs no van a acabar con ningún medio, pero les están haciendo cambiar
5. Los blogs no son periodismo por ser blogs (cuando lo son, es por otra cosa)
6. Los blogs no tienen editores, son medios autogestionados por sus autores
7. Los blogs no son complicados, pero mantenerlos exige dedicación
8. Los blogs no son sólo un formato, también son una cultura
9. Los blogs no son un monólogo, son una conversación
10. Los blogs son personales

Visiten el sitio, vale la pena leer todo el contenido: Qué son los blogs y cómo dejar de confundirlos con otra cosa

viernes, 18 de septiembre de 2009

El valor de una persona


Una persona no vale por lo que puede hacer por mi, sino por el sólo hecho de ser persona.
Frecuentemente nos encontramos en la situación de que una persona no es como esperábamos que fuese. Parecen agradables y conversadores y resultan alborotadores y dominantes, o creímos que eran románticos y resultan ser obsesivos depresivos, y así muchos ejemplos.

Nuestra reacción natural es colocarlos a la orilla de nuestro camino, como si fueran un párrafo que hubiéramos preferido no leer o una experiencia que olvidaremos rápidamente; pero resulta que para ellos nosotros sí tenemos más valor, nos aprecian y estiman como amigos y quieren profundizar en la relación. ¿Qué hacer?

Nuestra conducta, muchas veces, es no atenderles las llamadas, negarnos, hacer creer que estamos muy ocupados, enviarles a otros para que los atiendan, etc. Pero el detalle está en que estos "amigos" tendrán defectos pero no son tontos. Ellos notan nuestras actitudes evasivas.

Esto demuestra que estamos valorando a la persona por lo que nos da, por lo que hace por nosotros, y no por su valor intrínseco como ser humano. No quiero decir con esto que debemos ser amigos íntimos de todas las personas que conocemos, pero sí que debemos ser cuidadosos al tratarles y querer alejarnos.

Si sentimos que ellos valoran nuestra opinión y respetan nuestros consejos, pues hagámosle saber lo que creemos deben corregir. A veces sus conductas nos afectan según nuestros parámetros personales, pero otras es notorio que disgustan a todos y ellos no lo notan. Tomemos el valor y parémonos sobre la confianza que han depositado en nosotros y ayudemos a que sean mejores. Es probable que estemos ganando a un amigo para toda la vida.

Estoy seguro que hemos recibido miles de segundas oportunidades, que amigos verdaderos se han tomado la molestia de señalarnos defectos para que los corrijamos, pues hagamos lo mismo.

Las personas no valen por lo que nos dan, a veces valen más por lo que se van a convertir. La mayoría de las veces toma tiempo ver el potencial en las personas pero una vez descubierto se convierte en dinamita que los impulsa.

Germán Alberto Abreu.-

sábado, 12 de septiembre de 2009

Yo quiero ser un blogstar

Mejor son dos que uno


En los últimos años, pareciera que todas las cosas se hacen para que podamos valernos por nosotros mismos, sin necesitar la ayuda de nadie. Recuerdo que cuando empecé a leer la revista Mecánica Popular siempre buscaba rápidamente la sección "Hágalo Ud. Mismo" porque veía que con un buen plano y las herramientas correctas podía hacer algo valioso y útil.

La filosofía de "Hágalo Ud. Mismo" está vigente en muchas organizaciones. La tecnología permite que no vayamos al banco salvo ineludibles diligencias, y cada vez queremos ir menos. Los autoservicios de las cadenas de comida rápida hacen que nos enfrentemos a menos personas, en los automercados sólo nos atiende la cajera porque todo se puede comprar empacado y pesado, vamos al autolavado, pagamos y nos metemos en el auto sin hablar con nadie, en minutos todo está listo. Si sentimos que necesitamos una información urgente sólo vamos a la barra de navegación, escribimos www.google.com y en segundos tendremos, cuando menos, una idea de lo que necesitamos saber. Nunca hizo falta aprendernos un nombre, dar los buenos días, hacer alguna anotación o levantar el teléfono.

Todo esto tiene ventajas y desventajas. No podemos vivir creyendo que no necesitamos a nadie, que somos autosuficientes, que las amistades genuinas no existen y que a todo le podemos aplicar un "Hágalo Ud. mismo".

Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastes 4: 9,10

La falta de relaciones sanas y productivas puede servirnos para mantenernos con vida, pero si queremos crecer, desarrollar nuestro potencial, cumplir los sueños e influenciar a otros, necesitamos levantar la mirada y extender la mano.

Justo por estos días he estado pasando por problemas de salud, aunque menores bien molestos, y ha sido muy gratificante contar con el interés de los amigos en twitter y facebook, con las personas que pasan por casa trayendo alguna pócima ancestral y de mi esposa e hijos. Estoy seguro que sólo la habría pasado realmente mal.

Todos no necesitamos y somos parte de un todo; de una familia, de un calle, de una ciudad, de un país. Las identidades se fortalecen en las relaciones, somos plenos cuando nos interesamos otros y felices cuando otros se interesan en nosotros.

Germán Alberto Abreu.-


viernes, 4 de septiembre de 2009

La doble moral


Regularmente se nos hace más sencillo ver los errores que tienen otras personas antes que ver los que estamos cometiendo nosotros mismos, igualmente sencillo es alzar el dedo y apuntarlos antes que guardar silencio y esperar.

Es una actitud natural entre las personas que vivimos en países libres tener un pensamiento crítico ante los gobiernos y gobernantes, pero eso ha permitido que sintamos la autoridad –que tenemos- de señalarlos pero pasando por alto las faltas que nosotros cometemos en contra de nuestra nación.

En mi caso, Venezuela, aproximadamente la mitad del país tiene unos seis años deseando que el presidente Chávez abandone el poder y, a mi juicio, tienen sobradas razones para desearlo, pero creo que cada ciudadano venezolano debe hacer un autoexamen que evalúe su conducta ante la patria. El cáncer que nos está comiendo y destruye por generaciones es la doble moral.
Muchos de los opositores al presidente reciben prebendas y están envueltos en negocios oscuros con el gobierno, muchos son culpables de corrupción en gobiernos anteriores, muchos están como reposeros frente a los ministerios, cobran sin trabajar, buscan oportunidades para anotarse en un “guiso” y mil variantes más.

Ahora, no sólo sufren de doble moral los que están “conectados” con el gobierno, también nosotros al darle algo para el “café” al fiscal de tránsito, al dar un “regalito” para que liberen el documento, para agilizar la aduana, para que emitan el certificado, para que hagan la revisión o aprueben el presupuesto. Tenemos doble moral cuando mentimos en los negocios, falsificamos documentos, estados de cuenta, balances y autorizaciones. Cuando le pagamos un “extra” al empleado de la operadora telefónica para que nos venda el teléfono que queremos, al recolector de basura para que se lleve los escombros o al motorizado de la empresa para que nos haga diligencias personales.
Todas esas, y otras, conductas las legamos de generación en generación, las justificamos y nos volvemos parte del sistema corrupto que ha gobernado a América Latina por décadas.

Si alguien es capaz de pequeños sobornos, ¿creemos que no lo hará siendo alcalde o diputado?, ¿creemos que no lo hará siendo empleado de alguna dependencia del Estado?

Mucho peor que la perpetuidad de un hombre en el poder es la perpetuidad de los vicios. Los gobiernos han cambiado y los vicios se han acentuado. Eso sucede porque creemos que hombres y mujeres que han hipotecado su moral y ética van a tener actitudes diferentes cuando tengan poder. Eso es una quimera.

Cada venezolano y cada latinoamericano tiene en sus manos el poder de cambiar una nación comenzando por él mismo.

Germán Alberto Abreu.-